El concepto del eje intestino cerebro no es un concepto novedoso, pues se encuentran referencias desde el siglo diecinueve por extraño que nos parezca.

Esas sensaciones que percibimos desde el estómago cuando alguna circunstancia buena o mala llega a nuestra vida cotidiana, son una clara demostración de la relación establecida entre nuestra microbiota intestinal y nuestro cerebro.

Que el cerebro conecte con el intestino a través de hormonas, no es nuevo pero que la conexión sea a la inversa o sea desde nuestra microbiota intestinal hasta el cerebro es mucho menos conocido.

En 2013 se introdujo un nuevo concepto: Los psicobioticos que podemos definir como bacterias que cuando se ingieren en cantidades adecuadas mejoran la salud mental.

Hoy por hoy, es necesario profundizar en estos estudios para asegurar su eficacia.

Los científicos barajan tres posibles vías de conexión entre nuestro intestino y la psique.

1.-NEUROTRANSMISORES: En el intestino, las células del sistema nervioso entérico producen serotonina, un neurotransmisor, que manda señales al cerebro .Los psicobioticos podrían actuar directamente sobre estas células.

2.-SISTEMA INMUNITARIO INTESTINAL: Gracias a los psicobioticos se producen citoquinas (proteínas que influyen en el cerebro), son agentes responsables de la comunicación intercelular y su acción fundamental consiste en la regulación del mecanismo de la inflamación. Las citoquinas que se unen a anticuerpos tienen un efecto inmune fuerte.

3.-MICROORGANISMOS PRODUCTORES DE METABOLITOS : Metabolitos beneficiosos para el cerebro.

La depresión, la ansiedad y el síndrome del espectro autista serían las tres enfermedades que a priori podrían beneficiarse más de los avances en el estudio de los psicobioticos.